Hacia un nuevo modelo de contenidos educativos


Enlace a la noticia: EFE, Diario HOY, 9 agosto 2019
Imaginaos que la Consejería decidiera poner en marcha un plan de autocreación de materiales didácticos de uso libre y compartido. Incluiría no solo la creación de cuadernos de contenidos teóricos, evaluados y aprobados por expertos de la enseñanza pública, también fichas didácticas, propuestas metodológicas, experiencias reales secuencias y ya testadas en la práctica docente. Dudo que ello costara cerca de 4 millones de euros anuales, y el beneficio sería enorme: contenidos más fieles a la realidad del aula, con un lenguaje más cercano y contextualizado, revisables y compartidos a través de una red colaborativa de docentes; materiales didácticos de aplicación testada en el aula, probados in situ, modulables y en constante mejora. ¿Os lo imagináis?
La autocreación y autogestión de materiales educativos es posible. De hecho, cada vez son más los docentes que la aplican, tomando el libro de texto de las editoriales como un material más de uso, pero sin necesidad de que cada alumno tenga que comprarlo.
Ya existen algunos grupos editoriales, como Santillana, que están empezando a cambiar su modelo de negocio, pasando de una estrategia 'invasiva' a otra 'colaborativa' con la comunidad educativa, no centrada en el libro de texto (en papel o digital) y abriendo nuevas sendas de cooperación con los docentes. Las editoriales saben que el libro de texto tiene las horas contadas como material-rey en las aulas; saben que aún es el recurso habitual en el aula, pero que nuevos modelos de aprendizaje -un paradigma, se podría decir- está obligando a diversificar los recursos didácticos a través de los cuales enseñamos. Así, las editoriales están cambiando su estrategia de comunicación y lentamente su modelo de negocio:
- 'Think tank' a modo de laboratorios (LAB) que pulsen el futuro de la educación y ofrezcan nuevos productos, sin invadir la creatividad del docente y su autonomía didáctica, colaborando activamente con ellos desde la escucha y aportando valor añadido a la enseñanza. El interés clásico de las editoriales por la mera dotación de libros de texto está mutando el foco hacia la innovación como apuesta de futuro; una innovación real, centrada en realidades de aula y contextos mensurables.
- Apoyo a publicaciones innovadoras, elaboradas por docentes, así como investigación pedagógica y nuevos recursos. Decenas de miles de docentes de Primaria y Secundaria crean contenidos y materiales nuevos a partir de su experiencia real en el aula, muchos de ellos compartiéndolos en redes colaborativas.
Las editoriales saben que ese es el grial del futuro de la educación. El cambio de este modelo de creación, gestión y dotación de contenidos educativos está viniendo en dos direcciones, desde el propio profesorado y desde la tendencia de algunas editoriales a repensar su modelo de negocio. Esperemos que esta tendencia haga reflexionar a la política educativa y repiense también este modelo, buscando nuevas sendas, más creativas y constructivas, que eliminen de una vez por todas el uso del libro de texto como único material de enseñanza. Las políticas educativas de diferentes comunidades autónomas, no solo Extremadura, han basado hasta ahora su estrategia en mantener el libro de texto como recurso hegemónico y, por otro lado, crear desde plataformas institucionales espacios digitales a modo de banco de recursos compartidos, donde los docentes suban y utilicen materiales. Esta es la estrategia estándar actual utilizada desde hace 6 u 8 años. Una estrategia insuficiente y de dudosa efectividad.
Está demostrado que los cambios reales en la cultura de trabajo en los docentes tiene lugar desde estructuras horizontales y colaborativas. De hecho, cada vez hay más redes de docentes que facilitan este trasvase de creatividad, conocimientos y recursos, aumentando exponencialmente el potencial del cambio real en el aula a través del contagio mutuo. Incluso la formación en los CPRs responde cada vez más a propuestas horizontales a partir de necesidades contextualizadas, sinergias naturales entre docentes; el clásico curso teórico ha dado paso a un interés en aumento de la jornada, el seminario o los grupos de trabajo. El profesorado extremeño, que hace 10 años importaba innovación desde otras comunidades, hoy posee una generación de docentes que está suficientemente capacitada para crear una red de aprendizaje extensiva que transforme esas culturas de trabajo desde políticas educativas no 'invasivas', facilitadoras, que apoyen este tejido innovador, proporcionando medios y espacios, fomentando la autogestión, la creatividad compartida, el trabajo en redes horizontales de aprendizaje mutuo.
En este contexto de transformación de paradigmas educativos, la Universidad se ha quedado muy atrás en lo referente a didáctica, aislada de la realidad donde se aplica. Es urgente poner en contacto, especialmente, a las Facultades de Educación con las redes de innovación docente a través de los centros de formación del profesorado (CPRs) y empezar a crear laboratorios de creación didáctica que favorezcan el cambio pedagógico y una unidad de acción dentro de la cultura de trabajo del profesorado.

Comentarios

  1. En mi opinión, creo que se necesitan mas docentes con este tipo de pensamiento y que no se pierda la creatividad a la hora de enseñar, durante estos años la educación ha estado cuestionada con respecto que se debería de enseñar en la escuela y desprecian asignaturas que no cree la gente que sean útiles, pero lo de añadir o quitar ciertas cosas en la escuela debería de estar en manos de profesionales. Además de trabajar fuera del libro de texto, cualquier estudiante se interesa por la enseñanza cuando llama su atención de manera practica o con algún ejemplo practico y se debería de tomar nota para ir cambiando poco a poco nuestro sistema educativo.

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