Detección de competencias TIC: un modelo de evaluación

 

Aunque es aplicable en buena medida a otras competencias, desde mi experiencia me atrevo a distinguir varios niveles de competencia TIC en función del grado de autonomía, interacción y socialización del proceso de aprendizaje.

Nivel 1: el alumno mira una pantalla. No hay interacción, solo observación.

Nivel 2: el alumno abre una aplicación o se acerca a la pizarra digital y pincha sobre ella.

Nivel 3: el alumno mueve, reordena, estructura elementos prefijados.

Nivel 4: el alumno construye de forma autónoma elementos prefijados, tomando decisiones autónomas no establecidas.

Nivel 5: el alumno crea contenidos, sus elementos y estructuras lógicas, de forma autónoma. Hay un producto final que el alumno es capaz de reconstruir, explicar y compartir.

Nivel 6: el alumno realiza las mismas operaciones que en el nivel 5, pero en un equipo de trabajo, con roles específicos y un producto final compartido.

A este nivel 6 se le puede añadir un séptimo en el que ese producto cocreado mejora el entorno social de los alumnos o el centro educativo. Es lo que se da en llamar aprendizaje-servicio.

Estos niveles caminan paralelos al nivel competencial del propio docente y a medida que ascendemos en ellos el grado de planificación didáctica crece, pero también la competencia. Se adquieren de forma acumulativa; cada nivel aprende a partir de los anteriores y requiere un salto cualitativo.

La competencia TIC en ningún caso es incompatible con el uso de otros materiales de trabajo ni con el desarrollo de otras competencias. De hecho, la calidad de la competencia TIC crece cuando marida con otras competencias y se desarrollan al unísono durante el proceso de aprendizaje.

Espero que os sirva o les sirva a vuestros compañeros de centro a la hora de evaluar o planificar retos que impliquen el uso de las TICs.


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