Voy a utilizar los argumentos de la reflexión que escuché a Kai-Fu Lee, experto en inteligencia artificial, fundador del fondo de inversión Sinovation Ventures y creador de Casper, el primer sistema de reconocimiento de voz, con el fin de defender algunas de sus tesis y a su vez establecer una duda razonable sobre las mismas. La reflexión ha sido titulada por el espacio Aprendemos juntos, del BBVA, Cómo la inteligencia artificial ayudará a los profesores.
La fuente misma de esta reflexión genera dudas sobre la credibilidad e intereses del autor. Un banco y un experto en IA que fundó un fondo de inversiones determinan la perspectiva desde la que se enfoca este asunto, aunque no por ello invalida la racionalidad de sus argumentos y mucho menos debe ser rechazada su aportación solo por el hecho de ser quien es. No solo la comunidad educativa puede y debe hablar de educación, aportar su punto de vista, por muy subjetivo, sesgado o interesado que sea. Pero también es cierto que nadie parte en su análisis de una virginidad argumentativa; los sesgos basados en la experiencia, los prejuicios y los intereses particulares o colectivos determinan y limitan nuestro enfoque, seamos banqueros, ingenieros o maestros.
Os adjunto aquí abajo la reflexión.
Al terminar de escucharla, recordando que Kai-Fu Lee creó el primer sistema de reconocimiento de voz, decidí recurrir precisamente a la IA para ahorrarme el tiempo y el esfuerzo de transcribir su intervención, primer argumento de su defensa de la IA en educación. Para ello recurrí a una de las pocas aplicaciones web que permiten transcribir gratuitamente (dos al mes, creo) un audio en texto, Cockatoo. Para pasar de vídeo a audio, desde mi ordenador active a la vez el vídeo y su grabación mediante la aplicación Notas de voz. Una vez obtenido el audio, lo volqué a Cockatoo, que en menos de un minuto lo transcribió de esta forma.
Si tienes el navegador Chrome, ya existe una extensión que te genera automáticamente desde YouTube el texto transcrito del audio del vídeo. Aunque es muy rudimentario y requiere retoque posterior, resulta cómodo y útil, por ejemplo, en la clase de idiomas.
Como veis, sus argumentos son razonables y podríamos apoyarlos muchos docentes. Pero quizá para un alumno sea muy largo, o no. Le pedí a ChatGPT que me resumiera su propia crítica, indicando las ideas más importantes. Resultado:
- Conocer y probar de las herramientas disponibles.
- Conocer y entrenarse en su uso didáctico.
- Diseñar, planificar y evaluar las experiencias educativas.
- Controlar el proceso de trabajo, evitando usos indeseables.
- "Si descomponemos el trabajo del profesor en diferentes tareas, algunas puede hacerlas mejor la inteligencia artificial. En otras, puede ayudar al profesor". Cierto. En un mismo contexto de aprendizaje pueden combinarse diferentes medios, analógicos y digitales, con IA o sin ella.
- "El profesor podría ahorrar hasta un 40 o un 50% de su tiempo". Depende. ¿De qué? De la competencia digital del docente, de su destreza y voluntad, de la naturaleza de la tarea, de los objetivos que se buscan con ella, de que los recursos se usen con eficacia o se evalúe con sentido común su viabilidad de cara a otros usos posteriores. No todo vale o aligera trabajo. Ni siquiera puede que sea primordial aligerar trabajo al docente para que el aprendizaje más efectivo y de calidad para el alumno. El eslogan pragmático de que la tecnología aligeraría las rutinas de trabajo del docente se ha demostrado suficientemente que a menudo no corresponde con la realidad.
- "La tecnología lo ha revolucionado todo. Cómo vivimos, jugamos, aprendemos, trabajamos, nos comunicamos, pero no ha tenido un impacto en la educación, y tenemos que empezar a plantearnos su futuro. Necesitamos destrezas". La necesidad de destrezas no siempre va ligada al uso de tecnologías digitales o IA. Las destrezas cognitivas se pueden obtener por medios muy variados. Es diferente el argumento adaptativo (el mundo cambia y debes saber cómo funciona para conseguir un empleo y mantenerlo) que el argumento cognitivo o pedagógico (la IA es el medio primordial de obtener todas las competencias que ese nuevo mundo requiere).
- "La educación para el futuro de los niños debería centrarse en lo que necesitan los humanos. No tienen que enseñar a los niños a ser como la inteligencia artificial, sino que tienen que enseñarles lo que la inteligencia artificial no puede hacer". El argumento según el cual si la IA lo sabe hacer, es absurdo que lo haga un humano. Véase resumir, analizar, crear una imagen, un vídeo, relacionar ideas, conceptualizar, argumentar... Todo esto sabe hacerlo una IA y sin embargo es esencial que también lo haga un alumno en proceso de maduración personal e intelectual. La IA no siempre es sustitutiva, pese a criterios de utilidad o eficacia.
- "Curiosidad, pensamiento crítico y creatividad. La educación debería centrarse en el trabajo en equipo, la comunicación, la colaboración, y no en hacer deberes y exámenes individualmente y en competir unos contra otros. Ese es el camino equivocado. Ahora, lo importante en una empresa es el trabajo en equipo, la colaboración, la comunicación. Eso es lo que necesitamos enseñar". ¿Quién puede no estar de acuerdo en que la educación debe propiciar esas tres ces: curiosidad, pensamiento crítico y creatividad? Otra cuestión en cuál debe ser el papel de la IA en ese proceso de adquisición de competencias. Por otro lado, resulta paradójico que el autor recurra al argumento emocional para justificar su argumento: no ser competitivos y propiciar el amor. Todo ello en un contexto social y económico de voracidad competitiva. Parece como si se animara a los alumnos a ser útiles socialmente y saber adaptarse sin resistencia a un mundo que hay que aceptar como tal. Sin embargo, esa disidencia es precisamente una de las bases de todo pensamiento crítico.
- "Tendrán que aprender las destrezas básicas, matemáticas, lengua, etc. Pero eso es solo la base. [...] Si no cambiamos eso, el futuro será desolador porque los licenciados no serán capaces de desempeñar los trabajos que se necesiten dentro de 15 o 20 años". El debate acerca de qué debe aprender un alumno en su etapa de educación obligatoria es diverso y desigual. La irrupción de la IA incluye en el debate un marcado sesgo utilitarista en detrimento de destrezas hasta ahora consideradas esenciales para un menor en proceso de desarrollo. No todas las destrezas primordiales responden a una utilidad social y son universales, independientemente del modelo productivo imperante.
- "Vamos a necesitar que los universitarios sean pensadores críticos, creativos, estratégicos, compasivos y personas empáticas". Resulta relevante que se refiera tan solo a los universitarios, bajo un modelo productivo emergente que sobre todo necesitará operarios de cualificación profesional, trabajadores que supervisen, mantengan y distribuyan, y no creativos y directivos, que sin duda serán una minoría privilegiada. A no ser que la Universidad se convierta, como parece que se dibuja, en parte un espacio de cualificación profesional con niveles variados y modulares, mezcla de competencias académicas y prácticas. Por otro lado, me chirría que se use el concepto "pensamiento crítico" como sinónimo oculto de pensamiento adaptativo, que sepa resolver problemas que requieren solución operativa y una productividad colaborativa que sea eficaz para los objetivos de una empresa.
Ramón Besonías
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