Aprendiendo a investigar en Bachillerato



Lista de conceptos clave

Comienzo el proceso de aprendizaje en mis clases de Filosofía en 1º y 2º de Bachillerato, un proceso convertido en un proyecto de investigación donde los alumnos/as son protagonistas activos del mismo. Crean sus contenidos, los analizan y expresan en varios lenguajes (escrito, oral y audiovisual), y todo ello en un contexto colaborativo. 

Dicho proyecto se desarrolla en cuatro fases, cuatro para cada bloque temático. La primera fase comienza con:

  • la búsqueda de contenidos a través de diversas fuentes;
  • análisis de datos y discriminación de conceptos clave que deben incluir en la tabla de la imagen que veis arriba;
  • organización de los datos y construcción creativa de apuntes en papel, cuya redacción incluye texto, esquemas y mapas visuales. 
Esta fase la desarrollan en grupos de dos y solo deben elaborar una parte de los contenidos, a partir de los documentos y demás materiales que les proporciono a través de la plataforma Classroom. Cuando los terminan, los fotocopian y se lo pasan al resto de grupos, de tal forma que todos/as tengan al final de esta fase todos los contenidos (apuntes) elaborados por sus compañeros/as.

¿Por qué apuntes en papel? Probé que los elaboraran en formato digital y observé que, pese a las indicaciones y supervisión, tendían a recurrir a un corta y pega irreflexivo, sin resumen ni análisis previos. En la mayoría de los casos, los alumnos/as de Bachillerato están a acostumbrados a tragar información y deglutirla en exámenes. Llegan a ese nivel sin haber adquirido habilidades básicas de tratamiento de contenidos

  • toma de apuntes en clase,
  • lectura comprensiva de textos, 
  • búsqueda y discriminación de contenidos (ideas principales y secundarias),
  • discriminación y descripción de conceptos clave,
  • análisis de contenidos,
  • relación entre ideas,
  • organización de la información,
  • normas básicas de redacción escrita de apuntes (presentación estética, ortografía y gramática).

No se puede dar por hecho que saben hacerlo, hay que facilitarles estrategias de trabajo a través de las cuales ejercitar estas habilidades. Una metodología basada en explicación-libro de texto-examen no facilita su adquisición. El propio proceso de aprendizaje debe ser en sí mismo una forma de gimnasia mental que les ayude a aprender a aprender. Éste es un objetivo esencial del área de Filosofía: ayudar a nuestros alumnos/as a pensar eficazmente, sea cual sea el contenido sobre el que volcar sus capacidades.

Las cuatro fases del proyecto de investigación son:  

  1. Como he apuntado más arriba, creación de contenidos (apuntes) y discriminación de conceptos clave.
  2. Traducción de esos contenidos a un formato expositivo (presentación, mapas visuales dinámicos*, micro vídeo estilo flipped classroom...)
  3. Reflexión de la relación de los contenidos con contextos contemporáneos y su posterior disertación y debate a través de diferentes instrumentos (disputatios, simulaciones dramatizadas, programas de radio digital, entrevistas, reportajes...)
  4. Elaboración de una prueba escrita donde llamar lo aprendido durante las fases anteriores (contenidos teóricos y reflexión filosófica). 

En todas ellas, el alumno/a crea sus materiales y los expone de forma autónoma y compartida. Las fases 1 y 4 son escritas y la 2 y la 3 orales. 

Todas las fases son evaluadas con igual peso de cara a la calificación trimestral, pero durante el proceso de aprendizaje no se puntúa en formato numérico sino de forma cualitativa (rojo, amarillo, verde), indicando a cada alumno/a los ítems que debe mejorar y aquellos que ha realizado de forma satisfactoria. El objetivo es no penalizar el error, sino convertirlo en una oportunidad para aprender. 

En cada fase evalúo diferentes ítems y todos ellos se corresponden con los estándares de aprendizaje sobre los que busco a lo largo del curso que alcancen un mínimo de competencias. Los alumnos/as pueden ver en todo momento a través de una rúbrica la evolución de su aprendizaje en cada uno de esos ítems. Tanto en clase como en esta rúbrica se comunican durante el proceso los elementos a fortalecer o mantener. De esta forma se facilita una evaluación individualizada que ilustre de forma más o menos fotográfica los procesos personales de cada alumno/a y que les permita saber sobre qué elementos incidir para mejorar su aprendizaje.






La escasa cultura de trabajo que evite la mera reproducción pasiva de contenidos y fomente una comprensión activa, crítica y creativa de los mismos es un agravante que dificulta el ritmo en la adquisición de estas habilidades. Pocos docentes trabajan de esta forma; los alumnos/as están acostumbrados a metodologías y medios de evaluación en los que no están obligados a reconstruir la información y expresarla de formas diversas en contextos colaborativos, sino simplemente atender a las explicaciones del docente, hacer algunos ejercicios de entrenamiento y aprobar exámenes donde escupir los contenidos para horas después olvidarlos.

Hay que comprender que la apuesta por este proceso de aprendizaje supone pedir a los alumnos/as que desaprendan su forma de aprender, lo que requiere un arduo proceso inicial de calentamiento hasta que descubren no solo que es más dinámico y entretenido, sino más eficaz y útil para estudios posteriores.

* Antes solía utilizar un modelo de presentación digital en la que insertaban mapas visuales creados de forma manual por ellos/as mismos, pero también encontré dificultades en el proceso de traducción de palabra a imagen en las rutas de pensamiento. Por eso ahora exponen mapas visuales dinámicos. Esta estrategia es más eficaz y facilita una mejor comprensión de los conceptos clave y su interrelación dentro de los contenidos. En mi blog Mejor dibújamelo he compartido el proceso de trabajo de algunas de estas metodologías de Pensamiento Visual.



Comentarios

  1. Interesantisimo documento. Muchísimas gracias por compartirlo. Ojalá todo el mundo lo hiciera.

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